Van Full es una empresa con sede en Bella Vista, Provincia de Buenos Aires, que se ha posicionado en el sector de los traslados de pasajeros, principalmente enfocada en rutas que conectan la zona oeste del conurbano con la Capital Federal. Su propuesta se centra en ofrecer una alternativa al transporte público tradicional, utilizando vans y combis. Sin embargo, un análisis detallado de la experiencia de sus usuarios revela una marcada dualidad en la calidad del servicio, generando opiniones muy polarizadas que van desde la excelencia hasta la insatisfacción total.

Para un segmento de sus clientes, la empresa cumple con su cometido de manera eficaz. Hay usuarios que describen el servicio como excelente, destacando la puntualidad, la comodidad de las unidades y una atención al cliente que consideran muy buena. Esta percepción positiva sugiere que, en condiciones ideales, Van Full logra ser la solución de transporte que promete, convirtiéndose en una opción viable para quienes buscan traslados privados diarios y confían en una empresa de transporte turístico y de pasajeros para sus desplazamientos cotidianos.

La Confiabilidad del Servicio: Un Punto Crítico

A pesar de las valoraciones positivas, una cantidad significativa de quejas apunta directamente a la fiabilidad y la consistencia del servicio, uno de los pilares fundamentales para cualquier compañía de transporte. Múltiples testimonios de clientes, incluyendo aquellos con una larga trayectoria utilizando sus servicios, reportan problemas graves de puntualidad. Se mencionan casos de vehículos que llegan con demoras considerables o, en el peor de los escenarios, no se presentan en la parada designada, dejando a los pasajeros varados. Un cliente relató cómo, tras confirmar una reserva, la combi no solo llegó tarde, sino que pasó de largo sin detenerse.

Estos incidentes tienen consecuencias directas para los usuarios, muchos de los cuales dependen de este medio para llegar a sus trabajos. La pérdida de presentismo, las llegadas tarde y la incertidumbre generalizada son factores que minan la confianza. Una ex-pasajera que utilizó el servicio por más de dos años detalló cómo en varias ocasiones la empresa "olvidaba" parar, o cómo intentaban hacerla descender en una parada que no era la suya para esperar sola a la siguiente unidad por falta de espacio. Este tipo de situaciones pone en tela de juicio la organización interna y la gestión de las reservas, especialmente cuando se trata de clientes habituales que esperan un mínimo de consideración y previsibilidad. La falta de consistencia convierte la planificación de un viaje, por rutinario que sea, en una fuente de estrés.

La Conducta al Volante y la Seguridad como Preocupación

Más allá de la puntualidad, un aspecto aún más alarmante que surge de las reseñas es la seguridad. Varios usuarios han calificado a los conductores de imprudentes. Un testimonio particular describe haber observado a una combi de Van Full circulando de manera peligrosa por la Avenida Lugones, utilizando la banquina para sobrepasar y apurando a otros vehículos. Este tipo de comportamiento no solo es ilegal, sino que pone en riesgo directo la integridad de los pasajeros y de terceros. Otro cliente se quejó de la actitud de los conductores, quienes además de llegar tarde, mostraban una mala predisposición, llegando a quejarse del "mal ambiente" a bordo.

La profesionalidad de los choferes también ha sido cuestionada en situaciones operativas básicas. Un incidente notable fue el de un conductor que, al tener problemas con el sistema de telepeaje, no sabía el número de patente del vehículo que manejaba, requiriendo la intervención de un pasajero para solucionar el embotellamiento. Estos episodios, aunque puedan parecer menores, reflejan una posible falta de capacitación y preparación, elementos esenciales para garantizar viajes seguros en combi. Para cualquier persona que considere el alquiler de vans con chofer, la pericia y el profesionalismo del conductor son factores no negociables.

Atención al Cliente y Estado de los Vehículos

La interacción con el personal de la empresa es otro de los puntos de fricción recurrentes. La crítica más dura proviene de una cliente de largo plazo que, tras un acuerdo para un pago parcial por un mes, se encontró no solo con que le habían quitado su vacante sin previo aviso, sino que al reclamar fue tratada de forma "irrespetuosa, arrogante y soberbia". Según su relato, la empresa no ofreció ninguna alternativa y la invitó a no volver a utilizar el servicio. Este tipo de trato contrasta fuertemente con la imagen que cualquier agencia de viajes y turismo busca proyectar, donde la fidelización del cliente debería ser una prioridad.

El mantenimiento y confort de la flota también presentan inconsistencias. Se ha reportado que durante una ola de frío, los pasajeros tuvieron que viajar en unidades sin calefacción. Si bien la empresa opera principalmente como un servicio de chárter para commuters, la comodidad es un factor clave de su propuesta de valor frente al transporte público masivo. La falta de climatización adecuada o de otras comodidades básicas devalúa la experiencia y el precio pagado.

Van Full se presenta como una opción de transporte con un potencial considerable, ubicada estratégicamente en Bella Vista. Su servicio puede, para algunos, ser la solución perfecta para sus traslados diarios. Sin embargo, los potenciales clientes deben ser conscientes de la notable inconsistencia en la calidad del servicio. Los recurrentes y graves problemas de fiabilidad, las serias preocupaciones sobre la seguridad en la conducción, el trato deficiente por parte del personal y las fallas en el mantenimiento de los vehículos son factores de peso que deben ser cuidadosamente evaluados. La decisión de contratar a esta agencia de turismo para traslados dependerá del nivel de riesgo que cada individuo esté dispuesto a asumir frente a la posibilidad de una experiencia que, según los testimonios, puede ser tanto satisfactoria como profundamente decepcionante.